lunes, 26 de octubre de 2009

Los pájaros

Los presos políticos uruguayos no podían hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso. Tampoco podían dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.

Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso, recibió un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años.

La hija le traía un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompieron a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trajo un dibujo de árboles. Los árboles no estaban prohibidos.

Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles. Muchos pequeños círculos entre las ramas:

-¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?

La niña le hace callar: Ssshhhhh. Y en secreto le explica:

-Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Eduardo Galeano

3 comentarios:

  1. Ésto sí me ha hecho llorar, y me ha encogido el corazón.
    Gracias

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  2. Cuántas lecciones nos enseñan cada día y qué poco los observamos...Benditas criaturas.

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